martes, 22 de febrero de 2011

Cómo caza el Jaguar


El jaguar es más activo durante el atardecer y la noche. Siendo un corredor de corta distancia bastante rápido caza su presa principalmente en el suelo. Es un gran nadador y puede incluso cruzar ríos con una anchura de varios kilómetros.
El jaguar pasa más del 50% de su tiempo cazando y, entonces, puede cubrir una distancia de 3 o 4 km al día e incluso más durante sequías cuando hay poca comida. El jaguar tiene un territorio fijo que puede cubrir hasta 40 km2.
El jaguar es considerado un carnívoro oportunista y su dieta depende de la densidad y disponibilidad de las presas. Más de 85 especies han sido registradas en la dieta del jaguar (Seymour 1989). Las grandes presas, como pecaríes, tapires y ciervos son de sus favoritas, aunque también se alimenta de otros mamíferos como monos y el oso perezoso, dependiendo siempre de su disponibilidad en cada lugar. Hay que tener en cuenta que por ejemplo los grandes herbívoros están en menor cantidad en la selva que en zonas más abiertas, donde son más tendentes a formar grandes grupos; esta es una de las causas que marcan la diferencia en su alimentación en selvas y zonas abiertas. También caza ranas, tortugas, serpientes e incluso puede atacar a caimanes, aunque sean significantemente más grandes que él. También come peces y pájaros que tienen sus nidos en el suelo.
En lugares donde habita el jaguar y hay ganado se dan casos de que cace a estas presas fáciles, debido a la escasez de sus presas naturales y la pasividad de estas nuevas presas.
El jaguar come sus presas pequeñas enteras y de inmediato. Cuando caza una presa grande, come una parte y se retira para hacer una siesta y luego regresa más tarde para acabársela. Si un jaguar mata a un animal fuera del bosque se lo lleva adentro. A veces incluso arrastra su presa a través del río.
La abertura máxima de la boca conocida está en un ángulo de aproximadamente 65 a 70°. Esta característica unida a sus fuertes caninos le son vitales para cazar: en efecto, la técnica de caza del yaguareté es el acecho, que culmina con un salto inesperado y un mordisco en la nuca para romper las vértebras cervicales o el cráneo de su víctima. La perforación del cráneo solo la realizan los jaguares de entre los grandes felinos para matar a sus presas. Según algunos autores (Emmons (1987)) su gran cabeza y grandes y fuertes caninos podrían ser una adaptación a abrir grietas en animales ´blindados´ tales como algunos reptiles o tortugas.

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