viernes, 11 de febrero de 2011

EL VIH ES EL VIRUS QUE CAUSA EL SIDA


Pertenece a una clase de virus denominada RETROVIRUS.  Se reproducen únicamente las células vivas de una especie que les sirve de huésped. L o que distingue a los RETROVIRUS es un método singular de reproducción, en la que interviene una enzima llamada TRANCRIPTASA inversa. La  TRANSCRIPTASA  inversa deja que el virus copie la información genética de éste en una forma que pueda integrarse en el propio código genético de la célula hueste, se reproducen copias virales junto con más células huésped. Cada una de las cuales contiene el código viral.  Una vez que el virus penetra una célula huésped, la infección es permanente.            Este virus tiene la capacidad  de insertarse dentro de los linfocitos T4, una especie de glóbulos blancos que hacen parte del sistema inmune o defensas corporales. El VIH se reproduce dentro de las células mencionadas y termina por destruirlas, produciendo nuevos virus que infectaran a otras células y así sucesivamente.                                                                                                           Ser portador del VIH no significa automáticamente tener el SIDA, sin embargo la mayoría de los portadores del virus, tarde o temprano lo desarrollarán. Cuando una persona es infectada por el VIH, el virus puede vivir hasta diez años sin manifestar síntoma alguno. Sin embargo, a los pocos días de haberse infectado, ciertas secreciones ya contienen el virus y las personas pueden trasmitirlo (muchas veces sin saberlo), Si no se toman las medidas de precaución adecuadas.                                                                                                                                                    La infección del VIH es una condición progresiva. Esto significa que se empieza por contraer el virus, y más adelante enferma. “MÁS ADELANTE” puede significar semanas, meses o muchos años. A partir del momento en que empiezan a manifestarse los síntomas, puede haber periodos en los que la persona se encuentre bien y otros en los que se encuentre terriblemente enfermo.                                                                                                                              A medida que se deteriora el sistema inmunitario y disminuye la capacidad de luchar contra las enfermedades, resulta cada vez más difícil recuperarse de las dolencias.                                              Algunos de los síntomas son pérdida de peso y apetito, diarrea, náuseas, sudoración nocturna  y fiebre. Se llaman manifestaciones inespecíficas por que hay otras enfermedades que presentan los mismos síntomas.

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